lunes, 16 de abril de 2012

Lugares con encanto

Locales, principalmente pueblerinos, que guardan la esencia con la que un día vieron la luz.La planta baja de un antiguo edificio que a principios del siglo XX comenzó siendo un casino, donde los hombres más ricos de la provincia exponían su dinero al vicio de un bingo, hacía disfrutar del eco de aquellas fantasmales risas con voz ronca, y saborear el olor a puro que aún quedaba impregnado en las robustas puertas de madera, que ya solamente formaban parte de las ruinas del lugar. Saludar desde la acera de enfrente a la dependienta de la mercería que, abierta allá por el año 70, seguía funcionando como el primer día. Al entrar, el rico olor a algodón ya incitaba a comprar una bovina de hilo. Un arcoiris de cintas bordeaba la estantería de detrás del mostrador. Al otro lado de la calle, una taberna, donde aún se sirve vino por garrafas. Cerrar los ojos al tocar aquella barra e imaginar el punto de encuentro en el que señores de todo tipo compartían las noticias del barrio. Un bodegón pintado de mascotas y boinas creaba el icono de aquel bar . 

No hay comentarios:

Publicar un comentario