martes, 29 de mayo de 2012

Érase una vez, hace 22 años, en un reino muy lejano, nació una niña que dedicaría su vida a cambiar el color negro del mundo por los colores de la primavera, que amaba la naturaleza, las hadas, las princesas, el amor de verdad, y la BELLEZA de las cosas. Un buen día, mientras se encontraba sentada en medio de una linda pradera, escuchando el sonido del viento y de los pájaros, se preguntó, ¿cómo podría llevar siempre conmigo esta imagen tan bella? entonces se le ocurrió una fantástica idea, decidió tomar todos los elementos de un paisaje para sí. Se acercó a un pequeño arroyo, donde roció su mano con el agua cristalina, y tomó de ella la transparencia de su carácter; su olor, de las flores; su optimismo, del cantar de los pájaros; del contraste entre el cielo y el río, el color de sus ojos; del sol, tomó prestados sus rayos para colorear su cabello de finas hileras de oro; del color verde de la hierba, la esperanza; de la lluvia, cuando llovía, la serenidad; y del amanecer, cogió la ILUSIÓN. Y así intentaría reflejarlo en su mundo y a todos los que supieran escucharla.



viernes, 11 de mayo de 2012

-"No estoy enamorada de Darcy. No me quedo sentada en casa dando a la pausa cuando Matthew Macfadyen sale con esos pantalones, ¿vale? Estoy enamorada de los modales y el lenguaje, de la cortesía. Se ha convertido en parte de lo que soy y lo que quiero".- Lost in Austen.

viernes, 4 de mayo de 2012



Romanticismo, una tendencia a caer en ese sentimiento que hace rotar al mundo, el amor; según los literarios, con cierto incapié en la naturaleza, en la amplitud del alma, en resumen, en la belleza. Un cierto interés por los ideales de la Edad Media les hace defensores de la pureza en la intención.
Para el romántico, el arte es una experiencia de verdad, algo invisible para los ojos, pero que convierte al corazón en un auténtico visionario de los sentimientos. La exaltación del amor y la belleza en sí misma son el motor de este movimiento tan famoso allá por los siglos XVIII y XIX. Para los románticos, la razón no existe, es una mera invención del ser humano para contradecir al corazón. No pretenden imitar la realidad, sino expandirla, crearla. El mundo no sería mundo si no se le hubiera creado una imagen, pues bien, ellos insisten en crear una nueva, dejándose llevar por los impulsos que tan feliz hacen a una persona, dejando a un lado esas racionalidades que tantas veces depositaron en nosotros la más absurda de las decisiones.

La belleza es verdad, la verdad es belleza.” John keats.

Para la mentalidad romántica, “el arte es un reflejo del interior mismo del poeta”.

Para los románticos, la belleza está en lo que no responde a unas reglas determinadas, sino en aquello que diferencia a una persona de otra, su carácter.
Para ellos, todo sentimiento ha de ser liberado.